Seguinos en

Actualidad

Estados Unidos suspende la exploración de petróleo en santuarios de Alaska

El santuario de vida salvaje del Ártico seguirá siendo, de momento, eso, un santuario, un refugio para especies en peligro de extinción como los osos polares y los caribú, los búhos de las nieves y multitud de aves acuáticas. La Administración Biden ha suspendido las concesiones para la explotación de petróleo en esta remota región de Alaska concedidas durante los últimos días de Donald Trump en la Casa Blanca. La revisión de los permisos ha llevado al Departamento de Interior a concluir que la decisión original contenía algunos “defectos”, como no tener cuenta “un abanico razonable de alternativas” posibles para permitir el desarrollo de explotaciones petrolíferas al tiempo que se mitigan los daños medioambientales. Como candidato, Biden se había comprometido a parar las prospecciones. La decisión ha sido aplaudida por los grupos ecologistas, críticos, no obstante, con el reciente respaldo de su Gobierno a diferentes proyectos mineros y petrolíferos en terrenos federales, uno en Alaska. Con pocos habitantes y todavía menos carreteras, el frágil ecosistema del Ártico es desde los años 90 el escenario de una recurrente batalla política entre demócratas y republicanos. Bill Clinton canceló los permisos concedidos por George Bush padre. Barack Obama anuló las decisiones de George Bush hijo y aplazó por varios años cualquier prospección en la zona. Ahora, es Joe Biden quien ha dejado en suspenso las concesiones anunciadas por Trump un día antes de abandonar el despacho oval. La caída de los precios del petróleo, las fuertes reticencias sociales a la iniciativa y la negativa de varios bancos y otros organismos financieros a financiar las obras ha mitigado el apetito de las petroleras por perforar este refugio de vida silvestre del Ártico. Muy pocas compañías se presentaron a la puja celebrada el 6 de enero, una subasta cuyos resultados ­solo se conocieron un día antes del relevo presidencial. Según The Washington Post , la oferta de once lotes de terreno recaudó solo 14,4 millones de dólares, una pequeña parte de lo que se calculaba inicialmente que ofreciera. Solo dos ofertas fueron consideradas competitivas y, según el diario, todos los permisos de perforación se vendieron al precio mínimo establecido, 25 dólares por acre. Gina McCarthy, consejera nacional sobre clima, celebró la decisión del Departamento de Interior de dejar en suspenso unos proyectos que “habrían cambiado por siempre el carácter de este lugar tan especial”. El presidente Biden, añadió el martes en un comunicado, “cree que los tesoros nacionales de América son los pilares culturales y económicos de nuestro país”. Biden ordenó la revisión de los permisos en su primer día en la Casa Blanca. Ahora el Departamento de Interior puede mantenerlos en suspenso, anularlos o aprobarlos pero sujetos a nuevas medidas de mitigación. Los pueblos indígenas han liderado los movimientos de oposición al proyecto. Ahora reclaman al Gobierno que tome medidas para descartar nuevas prospecciones, autorizadas por el Congreso en el 2017, entonces en manos republicanos, como parte del plan de rebajas fiscales de Trump. La suspensión de las concesiones lleva la firma de la secretaria de Interior, Deb Haaland, la primera representante de las 574 naciones originarias de Estados Unidos en ostentar el cargo de ministra. Haaland se ha opuesto durante años a este y otros proyectos que afectan a tierras habitadas por los pueblos nativos. Bernadette Demientieff, directora ejecutiva del comité de gestión de la nación Gwich’in, agradeció a la secretaria de Interior que haya “escuchado” sus voces y defendido sus derechos humanos y su identidad. Una delegación de políticos republicanos (los senadores Lisa Murkowski y Dan Sullivan, y el gobernador Mike Dunleavy, entre otros) en cambio calificaron la decisión de “desastrosa” para la seguridad energética del país y la economía del estado, que tiene una extensión casi 10 veces superior a la de España y solo 731.000 habitantes. Sullivan acusó a Biden de utilizar el dossier para pagar favores a sus aliados del ala progresista del Partido Demócrata así como de ignorar el deseo de los pueblos nativos que viven en la zona de promover un desarrollo responsable del área. El gobernador Dunleavy, por su parte, acusó al presidente de traicionar al remoto estado: “Cerrar nuestras tierras no es lo que William Seward pretendía cuando se fundó Alaska y no vamos a permitir que la Administración Biden convierta a Alaska en un gigantesco parque nacional”. La nueva Administración ha dado un golpe de timón a numerosas decisiones sobre energía y clima adoptadas por Trump. Nada más tomar posesión como presidente, Biden declaró una moratoria temporal a la concesión de nuevos permisos para extraer petróleo o gas en terrenos federales. También canceló el proyecto del oleoducto y gasoducto Keystone XL, un polémico proceso aprobado por su predecesor que transportaría petróleo desde Alberta (Canadá) a las refinerías de Texas. Trump, a su vez, enmendaba así la decisión de Obama de bloquear la obra, que cuenta con el apoyo del Gobierno canadiense. Con otros proyectos menos controvertidos y de menor escala en Alaska, Dakota y Arizona, la Casa Blanca ha sido más pragmática y en los últimos meses ha apoyado en los tribunales los argumentos de varias empresas en defensa de sus proyectos, autorizados por Trump. Biden respaldó en abril su decisión de volver al acuerdo sobre clima de París marcándose el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 50% y un 52% en 2030 respecto a los niveles de 2005, un recorte sin precedentes. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, si la temperatura media del planeta sube más de 1,5ºC, el nivel del mar aumentará en hasta 10 centímetros, lo que dejaría al Ártico sin hielo en verano.

Fuente: La Vanguardia

Actualidad

Senadores: vergonzoso aumento de sueldo

En medio de la sesión donde los Senadores aprobaron los pliegos de los seis embajadores propuestos por Javier Milei y trataron 20 acuerdos y tratados internacionales, los propios legisladores votaron a favor de un incremento en sus sueldos. A mano alzada y sin debate, los senadores aumentaron su sueldo más de 2 millones de pesos.

Hasta el momento, venían cobrando un sueldo de $1,9 millones, pero algunos legisladores ya habían manifestado a sus jefes de bancada las dificultades para cumplir con los compromisos legislativos por los valores de las dietas. Ahora, el sueldo de los senadores será de aproximadamente $ 4.500.000 neto. En bruto, los legisladores cobrarán más de $6 millones.

Vale recordar que en marzo, los diputados y senadores quisieron adherir al incremento de 30% acordado por los gremios de los empleados legislativos, lo que llevaba las dietas a $2,5 millones. Pero por presión de Javier Milei tanto Victoria Villarruel como Martín Menem, como titular de Diputados, decidieron retroceder con el aumento.

La movida del Senado puede tener réplicas en Diputados, donde la mirada está puesta en el reciente aumento que las autoridades de ambas cámaras acordaron con la Asociación del Personal Legislativo (APL) que otorga una suba del 8% retroactivo al 1ro de marzo.

Fuente: Diario El Litoral

Continuar Leyendo

Radio en Vivo

Facebook

Nos Auspician