Seguinos en

Actualidad

Mendoza: bodegas crearon una cava subacuática en el dique Potrerillos

Tomando el modelo de bodegas españolas que sumergen sus vinos en las costas de la península, o como lo hizo Bodega Wapisa en el mar Atlántico, Gonzalo Copelli, gerente de Administración del Grupo Foster Lorca, sugirió en un grupo de buceo del que forma parte replicar la experiencia en Mendoza. A falta de mar, decidieron bajar algunas botellas en el dique Potrerillos para experimentar sobre la guarda debajo del agua. Así, depositaron vinos a ocho metros de profundidad para lograr “una evolución diferente”. Si bien desde la bodega en la que trabaja Copelli le dieron la aprobación para probar el proceso con 500 botellas, la logística para inmersión hizo que replanteara la decisión y junto a Rodrigo Romero de Viejo Isaías y Leo Quercetti de Absurdo optaron por comenzar con pequeñas cantidades para verificar los resultados. “Estamos probando la evolución de los vinos debajo del agua. Allí se dan condiciones de temperatura, presión y oxígeno constantes, que no encontramos en una cava tradicional. En teoría, la maduración que podría tener un vino en botella fuera del agua, al sumergirla se acelera el tiempo y lo que podría tardar seis meses en la tierra, allí se da en un tiempo menor”. Esta idea comenzó hace un año, cuando decidieron bajar las primeras doce botellas. Sin embargo, cuando fueron a buscarlas se encontraron con que el dique se las había “tragado” y no pudieron localizarlas. Firmes con su idea, volvieron a intentar en el mes de abril de este año. Allí Copelli había depositado vinos de la línea Fantasía de Bodega Mauricio Lorca, de los cuales ya sacó dos botellas, las cuales esperan al propietario de la bodega, que se encuentra en España, para hacer la primera degustación de los resultados. El problema con las primeras botellas fue que no tenían referencia exacta de donde las habían depositado, algo que corrigieron con un sistema de boyas y una pequeña jaula para las próximas experiencias. “Hasta el momento tenemos 24 botellas, de las cuales hay algunas que ya hemos sacado para probar. Esto se puede hacer a gran escala, pero preferimos hacerlo con volúmenes reducidos para ir probando los resultados”, detalló Gonzalo Copelli. Esta primera experiencia tiene una proyección a futuro. “La idea es poder tener una jaula grande con unas 500 botellas en guarda que se puedan ir rotando y poder extenderlo a otras bodegas también, no es algo que está cerrado”, sostuvo. Con su grupo de buceo, marcan un rumbo y contra rumbo con un punto exacto en el que descienden. Además de las botellas sueltas, algunas son colocadas en una pequeña jaula completamente cerrada, para evitar que el movimiento propio del dique pueda “perderlas”. Debido a su pequeño tamaño comparado con la inmensidad del espejo de agua, tanto la jaula como las botellas son señaladas con un sistema de boyado. “Las botellas quedan fondeadas con la boya de referencia. Lo que pasó con las primeras es que quedaron sobre la vegetación que hay en el lecho. Lo que vemos como el fondo no es real, sino que tiene algunos centímetros más abajo”, describió Gonzalo Copelli. Con su grupo de buceo, marcan un rumbo y contra rumbo con un punto exacto en el que descienden. Además de las botellas sueltas, algunas son colocadas en una pequeña jaula completamente cerrada, para evitar que el movimiento propio del dique pueda “perderlas”. Debido a su pequeño tamaño comparado con la inmensidad del espejo de agua, tanto la jaula como las botellas son señaladas con un sistema de boyado. “Las botellas quedan fondeadas con la boya de referencia. Lo que pasó con las primeras es que quedaron sobre la vegetación que hay en el lecho. Lo que vemos como el fondo no es real, sino que tiene algunos centímetros más abajo”, describió Gonzalo Copelli. Si bien ya han sacado algunos ejemplares, el plan es traer a la superficie las botellas sumergidas en el mes de octubre unos tres meses después y hacer la degustación en el mes de enero de 2022. “Hemos hecho una trazabilidad de las botellas que hemos sumergido y tenemos la contra muestra de cada uno de esos vinos para poder hacer la comparación cuando los abramos. La idea es poder hacer una degustación para ver la evolución en el dique Potrerillos”, anticipó Copelli. Combinando su pasión por el buceo y el mundo del vino, Copelli sugirió que esta experiencia puede convertirse en un nuevo atractivo ecoturístico en la provincia, que se puede extender a otras bodegas, por fuera con las que él trabaja. “Podríamos bajar una jaula de gran tamaño con botellas de distintas bodegas y se podría ofrecer al turista vivir la experiencia de poder sacar su vino de la profundidad y después degustarlo”, imaginó, aunque aclaró que se trata de algo que comercialmente no han desarrollado. Para eso, explicó que deberían aunarse los colegios de buceo que hay en la provincia y algunas bodegas que estén interesadas en la experiencia para poder sumar una nueva actividad. “Hoy en día es una diversión para nosotros, pero entendemos que puede darle un valor agregado al mundo del vino”, concluyó.

Fuente: Los Andes (Mendoza)

Actualidad

Santa Fe: remataron 40 vehículos secuestrados a narcotraficantes

El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, participó este jueves a la tarde de la subasta de 40 vehículos decomisados a distintas bandas narco en Rosario y remarcó que van «a meter presos a quienes no dejan vivir en paz y a rematar sus bienes». Pullaro estuvo junto a los ministros de Justicia y Seguridad de esa provincia, Pablo Cococcioni, y de Gobierno e Innovación Pública, Fabián Bastía, en el remate que llevó adelante la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad) en el salón Metropolitano del Alto Rosario Shopping.

Durante la subasta, los más de 4.500 inscriptos protagonizaron una fuerte puja por 21 autos, seis pick up, 12 motos y un auto de colección, que tenían un precio base de entre un 40 y un 60 por ciento del valor de mercado. A los vehículos se les cambió el dominio para que no terminen asociados a las organizaciones criminales a las que les fueron quitados, para brindar seguridad a las personas que estén interesadas en adquirirlos.

La presentación de la subasta en el salón Metropolitano estuvo a cargo del secretario de Gestión de Registros Provinciales, Matías Figueroa Escauriza, quien destacó la importancia «como gobierno provincial, de estar realizando la subasta de bienes del delito». “Se vendió el total de vehículos por $451.600.000″, informaron desde el Gobierno provincial tras la primera subasta de la Agencia Provincial de Registro, Administración y Destino de Bienes y Derechos Patrimoniales (Aprad) de la gestión.

A cambio oficial, ingresaron 505.711,086 dólares. El lote por el que más se pagó fue el 5, un Mercedes Benz A45 AMG de 2017, cuyo precio final ascendió a $44.000.000. En segundo lugar, se ubicó el lote 10, una Dodge RAM 1500 de 2019 ($44 millones). Luego, el tercer puesto lo compartieron el lote 6 (un Mercedes Benz SLK 250 de 2013 a $40 millones), el lote 40 (el clásico Triumph TR3 de 1958 a $33 millones) y el lote 2 (una Toyota Hilux de 2019 por $31 millones).

Fuentes: Diario La Capital (Rosario) y Televisión Pública Argentina

Continuar Leyendo

Radio en Vivo

Facebook

Nos Auspician