El hallazgo de una antigua ciudad escondida en un oasis en la actual Arabia Saudita revela cómo la vida humana estaba cambiando lentamente en ese momento de la Edad del Bronce, de una existencia nómada a una incipiente organización urbana. Los restos de la ciudad se mantuvieron ocultos durante 4.000 años por el oasis amurallado de Khaybar, una mancha verde y fértil rodeada de desierto en el noroeste de la Península Arábiga.
Una investigación liderada por especialistas del Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS) de Francia y publicada recientemente en la revista PLOS ONE describe las características de una ciudad de la Edad del Bronce, oculta durante 4.000 años en un oasis del desierto árabe. La urbanización temprana en el noroeste de Arabia, que se habría desarollado entre los años 2400 y 1500 antes de Cristo, muestra las tensiones inherentes al cambio de una cultura nómada a una sociedad organizada en incipientes centros urbanos.
El desarrollo de grandes asentamientos urbanos fue un paso clave en la evolución de la civilización humana: lentamente, nuestra especie pasó de una vida errante y nómada a desarrollar núcleos urbanos fijos en los cuales se concentraba la actividad económica, social y cultural. Este proceso de urbanización ha resultado difícil de estudiar en el norte de Arabia, particularmente por la ausencia de sitios arqueológicos conservados adecuadamente en la región, en comparación con áreas como el Levante y la Mesopotamia.
Sin embargo, diferentes excavaciones realizadas en las últimas décadas han revelado nuevos sitios de valor histórico en el norte de Arabia, que proporcionan información sobre las primeras etapas de la urbanización. Según una nota de prensa, los hallazgos ligados a la urbe de al-Natah, oculta durante cuatro milenios por el oasis de Khaybar, indican que la antigua ciudad marcó una etapa de transición temprana entre el pastoreo y los complejos asentamientos urbanos posteriores.
Al parecer, esta fase de transición fue la característica principal de los asentamientos en el norte de Arabia durante el tercer y el segundo milenio antes de Cristo: todo indica que el proceso de urbanización fue aún más lento y problemático de aquello que se pensaba hasta hoy. La evidencia arqueológica muestra que el norte de Arabia estaba “salpicado” de pequeñas ciudades fortificadas durante la Edad del Bronce Temprano-Medio, en un momento en que otras regiones ya contaban con ejemplos de etapas posteriores de urbanización.
Los especialistas revelaron que la ciudad de al-Natah cubrió aproximadamente 1,5 hectáreas, incluyendo un distrito central y un distrito residencial cercano rodeado de murallas protectoras. También hallaron un grupo de tumbas que representa una necrópolis, con prácticas funerarias que indican cierto grado de estratificación social. Los datos sugieren que la urbe tenía alrededor de 500 residentes: el tamaño y la organización de al-Natah muestra una ciudad de menor tamaño y con una organización social y política menos compleja que la observada en sitios de la misma época en el Levante y la Mesopotamia.
A pesar de esto, nuevas excavaciones en Arabia proporcionarán más detalles sobre el momento de esta transición y los cambios que se concretaron al mismo tiempo en la estructura y arquitectura de la sociedad. De acuerdo a un artículo publicado en Science Alert que recoge información aportada por la Agencia France-Presse (AFP), la ciudad árabe contaba con alrededor de 50 casas encaramadas en una colina. Además, las tumbas dentro de la necrópolis contenían armas metálicas como hachas y dagas, así como piedras como el ágata.
Según los arqueóloos, esto indica una sociedad relativamente avanzada desde hace mucho tiempo. Los descubrimientos revelan un proceso de «urbanismo lento»: es probable que los oasis fortificados hayan estado en contacto entre sí en un área aún poblada mayormente por grupos nómadas dedicados al pastoreo. Los intercambios podrían haber sentado las bases para la «ruta del incienso», que generó la comercialización de especias, incienso y mirra desde el sur de Arabia hasta el Mediterráneo.
Fuente: Diario Levante-El Mercantil Valenciano (España)