Rolls-Royce ha anunciado que frena sus planes de lanzar una línea comercial de taxis voladores eléctricos. La decisión se ha comunicado durante una actualización comercial, asegurando que esta fue tomada durante el pasado mes de septiembre.
El anuncio contrasta con el tono entusiasta de la compañía cuando se anunció el proyecto, en el que aseguraban que «los sistemas de propulsión y energía eléctrica liderarán el camino hacia la movilidad aérea avanzada».
La empresa aseguró en la presentación de esta nueva línea que la movilidad aérea urbana, como los taxis aéreos y los vehículos eléctricos de despegue y aterrizaje, debía despuntar a mediados de la década de 2020, creando un mercado de mil millones de libras (1.204.600.000 de euros).
Las aeronaves pretendían ser diseñadas para transportar hasta cuatro personas o carga ligera, «revolucionando las cadenas de suministro» en palabras de la compañía. A medida que la tecnología de baterías mejorara y se introdujeran nuevos conceptos híbridos-eléctricos, estos transportes se volverían «aún más sostenibles y capaces de volar a mayores distancias y a velocidades más altas».
Sin embargo, los planes cambiaron cuando el exjefe de Rolls-Royce, Warren East, dejó la empresa. East abía sido el motor del proyecto, pero el nuevo director ejecutivo, Tufan Erginbilgic, tenía dudas sobre el coste final y el tiempo que llevaría su desarrollo.
A pesar de que el gobierno del Reino Unido puso dinero para apoyar el proyecto, Erginbilgic señaló el año pasado que la división que lo desarrollaba, Advanced Air Mobility se pondría a la venta. Cuando no logró encontrar un comprador, se tomó la decisión de cerrar la división.
Fuente: Euronews en Español