La Academia Nacional de Periodismo entregó el diploma con el título de “académica honoraria” a Mónica Cahen D’Anvers en un Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional colmado de destacados profesionales de los medios gráficos, la radio y la televisión. Luego de recibir la distinción de manos del presidente de la Academia, Joaquín Morales Solá, Cahen D’Anvers, expresó: “¡Esto es maravilloso! Agradezco con toda el alma todo lo que me ofrecen como cariño, como apoyo, lo que me da la sensación de que lo que hago, lo hago bastante bien. ¡Gracias!”.
Morales Solá destacó que Cahen D’Anvers “nunca pidió permiso para ejercer la libertad de prensa y de expresión: simplemente las ejerció”. La presentadora de noticias fue durante décadas una de las voces más creíbles del periodismo para la sociedad argentina, especialmente desde la conducción del noticiero Telenoche (Canal 13), además de una pionera en el conocimiento de otras realidades y de personalidades importantes del mundo.
“Creo que lo único importante de lo que hacemos los periodistas es compartir lo que sabemos con la audiencia de la manera más sencilla posible y acompañarlos», reflexionó Cahen D’Anvers tras recibir el galardón. Y agregó: «Lo que pasa es que nos tenemos que olvidar un poco de nosotros mismos y acordarnos de para qué estamos”. La Academia Nacional de Periodismo tuvo su origen en 1987, en el ámbito del Círculo de la Prensa por iniciativa de un grupo de profesionales de larga y prestigiosa trayectoria.
Se llamó entonces Academia Argentina de Periodismo hasta que, el 13 de octubre de 1992, el Poder Ejecutivo Nacional dictó el decreto 1879 por el cual quedó incorporada al régimen de las academias nacionales bajo la denominación Academia Nacional de Periodismo. Una posterior resolución del entonces Ministerio de Cultura y Educación fijó su sede en el edificio de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. En los fundamentos de su creación se destaca que el periodismo, en tanto intérprete de la opinión pública y agente dinámico de la cultura, cumple en la sociedad un papel insustituible.
Fuente: Diario Perfil