El presidente electo, Yamandú Orsi, y la vice, Carolina Cosse, hicieron la toma de posesión en un acto al aire libre en Plaza Independencia, recogiendo la antorcha de su mentor y padrino político, el exmandatario José «Pepe» Mujica, en el retorno de la izquierda al poder tras cinco años de gobierno de centroderecha. «Vamos a construir un mejor Uruguay», prometió el nuevo mandatario en su discurso. A la vez, es una jornada histórica para Uruguay, que este año cumple 40 años de democracia ininterrumpida. Al evento asistieron mandatarios de varios países.
A las 14:30 el presidente de la Asamblea General, Alejandro Sánchez, se dispuso a tomarle la promesa de honor de Yamandú Orsi: «Yo, Yamandú Orsi, me comprometo por mi honor a desemepeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitucion de la república». Tras la promesa de honor, Alejándro Sánchez confirmó la investidura de Orsi como presidente de Uruguay. Acto seguido, realizó lo mismo la vicepresidenta Carolina Cosse.
«En un día como hoy, pero hace exactamente cuarenta años, Uruguay recuperaba su democracia», señaló Orsi, recordando el 1 de marzo de 1985, cuando el país «recobraba la institucionalidad democrática luego de trece años de dictadura cívico-militar». Subrayó que desde entonces, «asistimos al período más largo de vida democrática de la historia de nuestro país», un hecho que calificó como «un enorme orgullo poder celebrarlo no solo ante mis propios compatriotas, sino ante mandatarios y autoridades de varias partes del mundo».
En un pasaje clave de su discurso, el presidente llamó a la unidad en la diversidad: «Seamos siempre adversarios, pero nunca enemigos». Añadió que es necesario alejarse «todo lo posible del cinismo y la frivolidad para no tener que lamentar el descreimiento en la política y sus consecuencias». En este sentido, agradeció a los partidos políticos, «vasos comunicantes de la democracia con el pueblo, estructura de los debates civilizados garantizados, del pluralismo democrático, vacuna contra los excesos surgidos del mesianismo».
Orsi resaltó la tradición democrática uruguaya, donde «cada cinco años, los ciudadanos han elegido a sus gobernantes en una fiesta cívica que enorgullece a la República». Destacó que «este es un país de partidos políticos, de alternancia en el poder de acuerdos», y que «la confianza sigue siendo un elemento central para su funcionamiento». «Por eso decimos que el Uruguay funciona», afirmó, para luego agradecer: «Gracias, Democracia. Gracias, República. Gracias, partidos políticos por hacer de este Uruguay una amalgama plural de convivencia que aún despierta asombro en el mundo».
El mandatario asumió el cargo tras ser electo el 24 de noviembre, cuando «los uruguayos, ciudadanas y ciudadanos de nuestro país me otorgaron a través del voto, la mayor responsabilidad a la que un uruguayo pueda aspirar: la presidencia de la República». Reflexionó que «solo una síntesis de republicanismo con partidos políticos sólidos como la de nuestro país, pudo lograr que alguien como yo, o como ustedes, legisladores electos que venimos del interior o de un barrio de la capital, que somos trabajadores, profesionales o empresarios, podamos, por decisión de la ciudadanía, acceder a estos honorables cargos».
Orsi también tuvo palabras de reconocimiento para los expresidentes presentes y para quienes «desgraciadamente ya no están entre nosotros, Jorge Batlle y Tabaré Vázquez», así como para el presidente saliente, Luis Lacalle Pou, «por sostener y alimentar esta reconstrucción democrática de manera ininterrumpida durante cuatro décadas». El nuevo gobierno, afirmó, «llega precedido de esa acumulación positiva», y prometió cultivarla para conquistar «cada vez más derechos, cada vez más desarrollo cultural, artístico y científico».
Recordó que gracias a esa estabilidad, «el país pudo superar en el 2002 su peor crisis en este período democrático», mediante «la acción política y el diálogo incansable». Finalmente, Orsi cerró su discurso con una promesa: «Hoy hice un juramento que prometo honrar con dedicación, con escucha atenta, con fervor y con trabajo incansable». Concluyó con un llamado a la acción: «Vamos a construir un mejor Uruguay. Hoy comenzamos. Larga vida a la República. Larga vida a la democracia. Larga vida a los partidos políticos que garantizan el pluralismo y la libertad».
Fuente: Diario Perfil